El primer slasher televisivo

Un lustro antes de que Scream fuera adaptada a la pequeña pantalla y ahí se nos dijera, jugando con la metanarrativa habitual de la franquicia, que no se puede hacer una serie slasher, Harper's Island había demostrado que sí, que se puede construir dicho género dentro de una serie televisiva.
Es cierto que decide jugar mucho con la idea de una trama al estilo Y no quedó ninguno, donde un grupo de personajes atrapados va siendo asesinado uno a uno que hace que la obra tienda mucho más al suspense que al horror propio del slasher, pero al menos no caeremos en un estilo completamente ajeno como ocurría con la primera serie de Scream.
Sin embargo hay que considerar que la primera parte de la serie, hasta el punto de inflexión en el que los personajes son conscientes de que hay un asesino en el lugar, puede resultar lenta por ir presentando conflictos entre personajes (y posibles motivaciones para ser los culpables), especialmente considerando que exceptuando la final girl, podemos considerar que todos los personajes van a morir y por tanto la gran mayoría de arcos que tienen no llevarán a nada.
Aun con ello logra hacer que los personajes te interesen y que llegues a ver una evolución; al menos en los que duran más en la trama, porque con más de una veintena de personajes presentados como sospechosos (y futuras víctimas) unos cuantos simplemente tienen un par de características presentadas como una suerte de personalidad.
Y al final los puntos importantes de la obra son el slasher y el whoddunit. En el caso del primero, las muertes son brutales y variadas, el asesino prácticamente no repite método y si lo hace es de manera distinta a la vez previa; está el detalle de que no lleva disfraz, con lo que al comienzo veremos poco de los asesinatos en sí, quitando algún POV, pero incluso viendo solo el resultado de las muertes muestra una brutalidad en los crímenes; algo más a destacar es la cantidad de muertes, ya que aunque como viene siendo habitual hay muchos episodios con una muerte a final de episodio como cliffhanger, hay muchos que tienen más de una, cosa rara en las series slasher exceptuando los finales de temporada (y si acaso el primer episodio).
Respecto al whoddunit tiene gracia que haya un uso más exagerado del red herring de cara al final porque como dije, el comienzo presenta posibles motivaciones para los sospechosos, sin embargo la narrativa no te fuerza a sospechar con el uso de planos o música inquietante, sino por que hacen cosas sospechosas y tienen un motivo para matar a un determinado personaje.
Y si bien la primera vez que vi la serie cuando se desvela la identidad del culpable sentí en retrospectiva que habían cosas que no cuadraban, volviendo a ver la serie y sabiendo qué personaje es culpable, aprecio esos momentos mejor.
Probablemente lo que más pesa en la serie respecto al whoddunit es el personaje de Madison, que se la presenta como una niña creepy pero a lo largo de los capítulos va a ir de eso a niña asutadiza, a niña en peligro y vuelta a empezar, lo que más que parecer una inconsistencia (que se puede explicar tanto porque sea simplemente creepy pero manipule, o que al final no deja de ser una niña), parece conveniente para que tengan lugar ciertos eventos, en especial relacionados con el whoddunit.
En definitiva, aunque Harper's Island carga con una serie de defectos que hace que algunos aspectos se resientan, acaba resultando una serie extraordinaria si consideramos que se adelantó a todo un conjunto de series slasher que se asentarían después, pero también a pesos pesados del horror televisivo como American Horror Story o Black Mirror, y sin caer en la falacia que comenté al principio de afirmar que no se puede hacer slasher en televisión.
Si disfrutas del whoddunit que no se basa en engañar al espectador y disfrutas de las muertes brutales en el slasher, esta es una serie para ti.