Una hermosa historia en menos de 60 segundos

En general, el cortometraje se trata de un formato que me encanta por la dificultad que resulta en contar una historia coherente y entretenida en un tiempo reducido; los micro y nanometrajes por su parte me parecen otro nivel.
Este es un caso particularmente bueno para ejemplificar lo que digo: en poco más de treinta segundos nos ha contado una historia completa sin una línea de diálogo.
¿Se podría alargar esto para hacerlo un corto o incluso un largometraje? Sí, pero si acaso para crear nuevas historias en ese universo, porque añadir un segundo más a esta obra probablemente la acabe estropeando.
En definitiva, lo fantástico de esta clase de obras es que incluso si fuera mala, no sería un problema verlas porque no perderías ni un minuto de tu vida, pero en un caso así que es todo lo contrario, vale la pena cada segundo.